Se reunían frecuentemente para escuchar la enseñanza de los apóstoles, y participar en la vida común, en la fracción del pan y en las oraciones.
Hch. 2, 42
La Iglesia evangeliza y se evangeliza a sí misma con la belleza de la liturgia, la cual también es celebración de la actividad evangelizadora y fuente de un renovado impulso donativo.
Se busca fortalecer la celebración de la fe del pueblo de Dios, tanto en forma comunitaria, mediante la acción litúrgica y la piedad popular, como de manera individual, mediante la oración personal y el encuentro con el Señor Jesús.
La liturgia permite al pueblo de Dios celebrar su fe, al participar de la mesa de la Palabra y el banquete eucarístico, obtener la gracia santificante en la recepción de los sacramentos, orar en comunidad y por la comunidad en la Liturgia de las Horas y realizar la meditación orante de la Palabra en la “Lectio Divina”.
Objetivo Específico:
Fomentar la participación plena, consciente y activa en las celebraciones litúrgicas de los bautizados.